No es una novedad que Tesla lleva años investigando y desarrollando la tecnología que hay detrás de los coches autónomos. Para ello, la compañía creó hace años la división Autopilot, pero desde el pasado mes de Mayo esta ha atravesado una fase crítica a raíz de la salida de Stuart Bowers (vicepresidente), dimisión que a su vez provocó la marcha de más de 10 ingenieros que estaban trabajando en el proyecto.
A pesar de esta situación, Tesla anunció durante el mes de Abril el lanzamiento de su ordenador FSD (Full Self-Driving), el cual ya está instalado en todos los modelos de automóviles Tesla que se comercializan en la actualidad. Además, Elon Musk también anunció uno de los proyectos más ambiciosos de la compañía hasta la fecha, el servicio de robotaxis autónomos que según él empezarán a estar presentes en Estados Unidos a partir de 2020 (aunque se cumpliera su pronóstico, lo más probable es que no tengan aprobación regulatoria en gran parte de los estados que componen el país).
Tras la problemática con la división Autopilot, Tesla ha tomado medidas notables para no quedarse atrás, adquiriendo la compañía DeepScale, una startup dedicada al desarrollo de tecnología de visión computarizada para sistemas de conducción autónoma. Esta compañía, con sede en Mountain View (California), fue fundada en el año 2015 con la finalidad de desarrollar redes neuronales profundas y eficientes para los sistemas avanzados de asistencia al conductor y los vehículos autónomos.
Tras la problemática con la división Autopilot, Tesla ha tomado medidas notables para no quedarse atrás, adquiriendo la compañía DeepScale, una startup dedicada al desarrollo de tecnología de visión computarizada para sistemas de conducción autónoma.
DeepScale lleva años desarrollando y perfeccionando los componentes de sus sistemas de percepción, mejorando tanto sus sensores como los sistemas de cartografía, planificación y control que posibilitan la interpretación y el procesamiento de datos en tiempo real. En otras palabras, estos sofisticados dispositivos permiten que el automóvil sea capaz de “comprender” el entorno que le rodea, funcionalidad que es posible gracias a la tecnología Deep Learning.
Actualmente, los vehículos desarrollados por Tesla cuentan con la certificación de nivel de autonomía SAE 2, mientras que Musk considera que tras la llegada del FSD, el sistema está preparado para obtener la certificación nivel SAE 4. No obstante, el magnate de origen sudafricano también ha afirmado que el verdadero problema radica en el software, aunque la compañía trabaja cada día con el objetivo de mejorarlo hasta que el nivel de automatización sea absoluto.
Gracias a la adquisición de DeepScale, Tesla está creando una plataforma de inteligencia artificial que posibilita el reconocimiento de una gran variedad de elementos en carretera, aún cuando las condiciones del entorno no son las más favorables. La adquisición por parte de Tesla de esta importante startup podría acelerar tanto el lanzamiento de su servicio de robotaxis, como la integración de la conducción automática en sus próximos modelos de automóvil, aunque aún no conocemos con exactitud los planes de la compañía de cara a los años más próximos.