El campo de la Inteligencia Artificial siempre ha sido objeto de controversia. Concretamente, un miedo que han tenido siempre algunos profesionales es el de acabar siendo sustituidos por “máquinas” en sus respectivos puestos de trabajo. Esto no es de extrañar, dado que se ha comprobado que, en muchos casos, un ordenador puede realizar el trabajo de una persona en menos tiempo, y a menudo utilizando menos recursos.
Pero, ¿Y si los ordenadores no vinieran para sustituir a las personas, sino para complementarlas? Esta es la idea que diversos profesionales del campo de la IA han tratado de poner en relieve durante los últimos años, y parece que en muchos casos se trata de un planteamiento viable.
Al fin y al cabo, una colaboración exitosa entre humanos y máquinas, puede resultar en una mejora del liderazgo, la creatividad, la velocidad, la escalabilidad, además de en un mejor enfoque a la hora de organizar las labores en tareas grupales, entre otros aspectos. No obstante, aquellos profesionales que trabajen conjuntamente con máquinas, deben contar con tres requisitos indispensables:
- Capacidad y conocimientos técnicos para entrenar las máquinas, de manera que estas puedan completar tareas específicas.
- Habilidad para explicar los resultados de dichas tareas.
- Capacidad para garantizar el uso responsable de las máquinas.
Las máquinas pueden ser más eficientes que los humanos en muchos casos, pero estas siempre deberán estar supervisadas por uno. Es decir, aunque la idea es que estas máquinas completen procesos de forma autónoma, siempre va a haber un humano monitorizando el proceso, de manera que se detecten errores a tiempo, y se trabaje de la forma más eficiente posible.
Hay diversos perfiles profesionales que pueden tener cabida en el ámbito de la Inteligencia Artificial. Entre otros, a menudo se requieren expertos en materias como procesamiento natural de lenguaje, digitalización de datos, anotación de video, procesamiento de imágenes, etc.
Existen diversas razones por las que la Inteligencia Artificial es crucial en el ámbito de los negocios. Al fin y al cabo, las organizaciones de la actualidad ya no toman decisiones en base a opiniones y a corazonadas, sino que se basan en los datos, y son muchas las cosas que la IA puede hacer en ese ámbito:
- Eliminación de errores humanos.
- Aprendizaje mejorado y más ágil.
- Inclusión del análisis de tendencia.
- Mejora en los procesos de almacenamiento del dato.
- Mayor precisión en el análisis de calidad de los datos.
Como conclusión, cabe destacar que la transformación digital no es el futuro, sino el presente, y no existe transformación digital notable sin la inclusión de Inteligencia Artificial. En un principio, sólo las empresas de mayor dimensión podían optar a esta tecnología tan sofisticada, pero con el paso del tiempo se democratiza el uso de estas tecnologías, de manera que cada vez más empresas tienen acceso a ellas.