En estos días de confinamiento y, pese a las ganas que muchos de nosotros tenemos de salir a la calle, tenemos que demostrar cierto grado de responsabilidad y de solidaridad y permanecer en nuestras casas. Sin embargo, a raíz de esta situación nace la problemática de garantizar el abastecimiento de nuestro hogar, y tarde o temprano se acaban los alimentos y es necesario volver a hacer la compra.
Cuando analizamos la situación y tenemos en cuenta el número de contagios y de fallecidos por COVID-19, además de su rápida expansión, se nos quitan las ganas de salir a hacer la compra al desear que todo vuelva a la normalidad lo antes posible. Ante este problema, la tecnología nos brinda una posible solución; la compra online.
Tradicionalmente en España, la compra por internet no ha tenido apenas éxito en comparación con otros países, debido en gran parte que consumimos una importante cantidad de productos frescos y nos gusta ver dichos productos antes de adquirirlos. Como consecuencia, el negocio online de los supermercados únicamente representa un 1% o un 2% de su facturación total en nuestro país.
Pero, ¿Es tan fácil y rápido comprar por internet en estos momentos?
La realidad es que lamentablemente no, ya que debido a las preocupantes cifras de contagiados y a la consiguiente prolongación del estado de alarma, la mayoría de los supermercados que venden por internet se han colapsado. Lógicamente, los supermercados priorizan por los colectivos más vulnerables, por lo que los plazos de entrega se han ampliado considerablemente (en algunos casos alcanzan las tres semanas), o directamente han suspendido temporalmente su servicio de venta online al no poder gestionar tal volumen de trabajo.
Según datos de la consultora Kantar, en la última semana de febrero las compras online de supermercado aumentaron hasta en un 60%, con un incremento del 113% en el gasto del gran consumo.» main_heading_font_family=»font_family:Nunito|font_call:Nunito|variant:600″ main_heading_style=»font-weight:600;»
Ahora bien, es importante seguir las recomendaciones de expertos y, sobre todo, mantener la calma. Lo primero que debemos hacer es una lista con los alimentos que verdaderamente necesitamos y tratar de estimar correctamente el tiempo que vamos a tardar en consumirlos, especialmente en el caso de los productos frescos.
Otra alternativa es la de comprar más cantidad de aquellos alimentos que no son perecederos a corto plazo, como lo son las latas de conserva, el arroz, la pasta, y aquellos alimentos que no requieren de refrigeración. También es muy recomendable contactar por teléfono con fruterías, carnicerías y pescaderías de nuestro barrio o zona, ya que muchas de estos pequeños comercios tienen reparto a domicilio, y nos evitarían tener que recurrir a la compra online.
En conclusión, lo más probable es que aún tengamos que estar confinados en nuestros hogares durante unas cuantas semanas más, y por eso es importante que planifiquemos nuestra cesta de la compra de manera acorde a estas circunstancias.