Los hogares que funcionan a través de sistemas de domótica ya no nos parecen esas quimeras tecnológicas que aparentaban ser en un principio. Aunque no todo el mundo tiene centralizado el control de su casa en una App, si es cierto que cada vez es más habitual ver algunos items propios de la Smart Home, como lo son el termostato que regula la temperatura de toda la vivienda, o un simple altavoz inteligente para el mero entrenamiento de la familia.
Ahora bien, esta nueva tendencia basada en emplear dispositivos interconectados en el hogar abre un viejo debate, el de la privacidad. Al fin y al cabo, los altavoces inteligentes integran un micrófono para escuchar las peticiones del usuario, y otros dispositivos como las cámaras conectadas por Wifi monitorizan la vida de las personas que habitan la vivienda durante las 24 horas del día.
Pero la pregunta es, ¿A dónde va a parar toda la información recopilada por estos dispositivos? Y sobretodo, ¿Qué uso se le da a esos datos una vez son recopilados y archivados? Son muchas las dudas que se plantean cuando hablamos de este tipo de cuestiones, dado que, en ocasiones, tenemos la sensación de estar “regalando nuestra privacidad” a algunas empresas.
Por ejemplo, Google ya confirmó hace tiempo que la compañía lleva a cabo una serie de escuchas de algunos fragmentos de audio captados por sus altavoces inteligentes (aquellos que tienen integrado el asistente virtual Google Assistant). No obstante, sólo algunos expertos del lenguaje tienen acceso a estos microfragmentos de audio (0,2% del audio original), y el objetivo de estas escuchas es el de mejorar el servicio y las actualizaciones del sistema, y no el espionaje o la vigilancia de los usuarios.
Además, un dato que muchos usuarios desconocen, es que en la mayoría de los casos el número o el tipo de dispositivos Smart es irrelevante, ya que la puerta de acceso de los ciberataques siguen siendo el propio router. En otras palabras, disponer de estos dispositivos inteligentes no aumentará la vulnerabilidad de nuestra red, sino que únicamente aportará información adicional al hacker en caso de producirse el ciberataque.
La realidad es que siempre seguirá habiendo cierto grado de escepticismo cuando hablamos de los dispositivos Smart, aunque si analizamos las cifras de venta, podemos observar que estos tienen cada vez más aceptación. Al fin y al cabo, el riesgo de ciberataque siempre estará presente en nuestra red (con o sin dispositivos inteligentes), por lo que al final se reduce a la decisión personal de cada usuario.