En nuestro blog, ya hemos hablado en repetidas ocasiones sobre cloud computing, sus principales características, y algunas de sus ventajas más notables. En el artículo de hoy, vamos a contraponer las infraestructuras On-premise y cloud, de manera que tengáis claras las diferencias entre ambas, y sepáis cuál es más conveniente para vuestra organización.
Expertos del sector de todo el mundo llevan años preguntándose cuál de estas dos infraestructuras es más óptima. Con el paso del tiempo, nos ha quedado claro que ninguna de las dos es superior a las otras en todos los casos, sino que en función de las circunstancias y de la estructura, será más conveniente emplear una u otra.
Pero, ¿En qué se diferencian ambas infraestructuras?
Antes de explicar las diferencias entre ambas infraestructuras, es conveniente definir ambas.
Una infraestructura On-Premise es básicamente aquella que requiere de un sistema en una ubicación física, es decir, de un entorno IT in-house. Una de sus principales ventajas es que, dado que los centros de datos están ubicados en las instalaciones de la organización, el nivel de control sobre estos es mucho mayor.
No obstante, este tipo de infraestructura supone mucho más trabajo e inversión para la empresa, dado que esta es responsable de la configuración del hardware, la compra de licencias, las capacidades de integración y actualizaciones de los sistemas, etc.
Por otro lado, una infraestructura Cloud, es aquella que emplea la tecnología de la nube para el despliegue de sistemas y aplicaciones. En estas, la información se almacena en centros de datos virtuales (que son gestionados por el proveedor del servicio), y los miembros autorizados de la empresa solo pueden acceder a esta a través de la red de manera remota.
Una de sus principales ventajas, es que permite escalar la infraestructura en concordancia con el crecimiento del negocio. Esto permite una optimización muy notable de los recursos destinados a IT de la empresa.
Además, las infraestructuras cloud ofrecen tres alternativas distintas:
- Software as a Service (SaaS): En este caso, la empresa únicamente paga por los recursos que utiliza, y el proveedor del servicio es quien gestiona y supervisa todo el proceso.
- Infrastructure as a Service (IaaS): Esta se basa en el despliegue de datos en una infraestructura perteneciente a la empresa. En otras palabras, la empresa proveedora del servicio ofrece soluciones a los desarrolladores de la organización para que estos puedan gestionar sus servidores virtuales de acuerdo a sus necesidades y circunstancias.
- Platform as a Service (PaaS): Se trata de un entorno completo de desarrollo e implementación en la nube, que además incluye recursos para llevar a cabo todas las tareas necesarias. Por ejemplo, en este entorno se pueden desplegar desde aplicaciones sencillas que emplean esta tecnología, hasta aplicaciones corporativas de gran complejidad (siempre y cuando estén habilitadas para la nube).
En otras palabras, la empresa contrata con su proveedor una serie de recursos, pero únicamente paga por el uso que hace de los mismos.
Las principales diferencias entre una infraestructura On-Premise y una infraestructura Cloud tienen que ver con su despliegue, mantenimiento, coste, y seguridad. En el artículo de la próxima semana, os explicaremos más sobre las diferencias entre ambos, de manera que podáis escoger el que más os convenga en función de vuestra situación.
