La inteligencia artificial y la robótica siguen avanzando a pasos agigantados. Desde hace años, científicos e investigadores de todo el mundo están trabajando con el objetivo de dotar a los robots con las capacidades propias de las personas, para conseguir así crear el primer robot humanoide (algo que cada vez está más cerca). Como consecuencia de estos avances, diversos modelos de robot actuales son capaces de ver, escuchar e interactuar con las personas de su entorno.
El sentido del tacto es otra de las prioridades de los científicos de cara a su futura implementación en robots. Al fin y al cabo, desarrollar este sentido les permitirá relacionarse mejor con los humanos, y es por eso que los investigadores están creando una piel artificial para robots.
¿Cómo es la piel artificial que se implantará en los robots?
En la actualidad, existen distintos proyectos encaminados a la creación de piel sintética, como el que hace un año lanzó la Universidad Técnica de Múnich, en Alemania. A partir de este proyecto, dirigido por el profesor de sistemas cognitivos Gordon Cheng, se ha logrado desarrollar un tipo de piel sintética formada por miles de placas hexagonales, las cuales funcionan de manera similar al sistema nervioso de los humanos.
A través de la unión de hexágonos epidérmicos con algoritmos muy potentes, se ha creado el primer robot autónomo con piel artificial de cuerpo completo, el cual ha quedado bautizado como H1. Este robot está equipado con 1,260 células (más de 13,000 sensores), distribuidas en la parte superior del cuerpo, brazos, piernas e incluso en las plantas de los pies. Gordon Cheng y su equipo siguen trabajando para alcanzar una nueva versión mejorada de H1.
¿Qué utilidad aporta esta piel a los robots?
Los seres humanos necesitamos el sentido del tacto para realizar cualquier acción cotidiana como coger un tenedor, escribir una nota, o acariciar a un ser querido. De esta manera, la idea es que un robot sea capaz de detectar el tipo de material con el que esté trabajando.
La piel artificial será necesaria para que las máquinas sean más eficaces en sus puestos de trabajo, y para que incluyan nuevas capacidades como la de detectar cambios de temperatura o textura en superficie. Además, los robots con piel sintética estarán también programados para manipular de distinta forma aquellos artículos que se consideren delicados, para así evitar roturas y accidentes.