Paulatinamente, estamos empezando a percibir un ligero cambio en la industria de la moda. A medida que la concienciación con el medio ambiente y la sostenibilidad empiezan a calar poco a poco en la sociedad mundial, nos empezamos a plantear si nuestro consumo de ropa está siendo responsable, o si por el contrario estamos sumidos en una burbuja de puro consumismo en la que reina el fastfashion (moda de usar y tirar).
En algunos países como Suecia, apareció hace unos pocos años el término «Korpskam´´, palabra que describe la vergüenza por comprar ropa de usar y tirar, debido al alto coste que supone producirla y después desecharla. De hecho, el fast fashion ha sido señalado por Naciones Unidas como el culpable de producir el 20% de las aguas residuales mundiales y el 10% de las emisiones de carbono.
Gracias a toda la información que recibimos de los medios de comunicación y las redes sociales, vamos tomando nota del impacto que nuestra forma de consumo tiene sobre la naturaleza. Pero, ¿Qué cambios estamos viendo al respecto a esta industria?
Actualmente, en el lado de los consumidores, nos encontramos a una generación de gente joven, más concienciada, que opta por comprar en compañías más respetuosas con el medio ambiente, en las que priman los derechos humanos y la economía sostenible. Aunque en países como USA el negocio de la ropa de segunda mano le ha ganado bastante terreno a la moda tradicional, en Europa esta tendencia todavía no está tan afianzada, aunque sí es cierto que han aparecido varias plataformas y tiendas en donde la reventa y el alquiler de ropa usada van ganado adeptos.
Por su parte, las grande cadenas del sector textil como Inditex y H&M han asimilado este cambio y están tomando medidas para no perder cuota de mercado. Inditex, por ejemplo, está dando el salto del fastfashion o lowcost al righttowear, o la creación de productos atractivos, éticos, y de calidad que sean sostenibles desde todo punto.
Otro gesto llamativo es que, por primera vez, estas compañías dan explicaciones sobre este tema en su web y también indican la composición de las materias primas sostenibles que emplean en las etiquetas de las prendas. Además, algunas incluso han apostado por campañas de recogida de ropa usada en sus tiendas, que será destinada a Caritas y otras ONGs para ser reutilizadas o recicladas.
H&M, otro de los gigantes de la industria textil, está también buscando nuevos métodos, como el alquiler de ropa (a un precio de 33€ a la semana), aunque esto solo ha tenido lugar en algunas tiendas del mercado sueco. Además, esta empresa también lanza colecciones fabricadas con tejidos reciclados y sostenibles, y al igual que Inditex también tiene un programa de recogida de ropa.
Esperemos que todas estas nuevas tendencias, tanto de consumidores como de empresas, consigan concienciar de la importancia del cuidado y la preservación del planeta, para que juntos podamos construir un mundo sostenible. Al fin y al cabo, es nuestro deber como habitantes del mundo.