Los avances tecnológicos son cada día más latentes en la actualidad y por ello la Inteligencia Artificial ya forma parte del cine. Podemos encontrarnos con películas donde es totalmente normal que un robot sea el amigo fiel del protagonista o cómo la tecnología se vuelve en contra de los humanos formando un buen caos.
Sin embargo, no vamos a hablar de cómo forma parte de obras cinematográficas en las pantallas, sino detrás de ellas. En el sector audiovisual, la IA busca la forma de automatizar y agilizar algunas de las tareas de creación y edición de películas y vídeos, aunque eso no significa que tenga que desaparecer la interacción humana en dichos procesos, solo que agiliza y aporta un punto de vista diferente.
Un ejemplo del uso de esta tecnología en la edición de vídeo es el sitio web Wibbitz, el cual puede crear vídeos con solo analizar textos, o Magisto, que tiene un funcionamiento similar. Wibbitz, analizando un artículo escrito puede producir un vídeo con las frases más destacadas, imágenes y todo aquello que resulte más interesante. La tecnología que hace posible la creación de contenido se llama Natural Language Processing, la cual utilizan algunos sitios webs de noticias, como puede ser la CNN, para ofrecer a los usuarios otra forma de estar informados sin tener que leer.
Pero la IA no se queda sólo con la función de edición de vídeo, sino que también puede hacer algunas de las tareas de un director de cine. Por ejemplo, elegir las mejores escenas de una película para elaborar un tráiler. Para poder hacer esto previamente se le tiene que proporcionar datos suficientes con los que crear un patrón que determine cuáles podrían ser las mejores escenas, analizando los componentes tanto sonoros como visuales, una vez hecho este proceso se pueden determinar las cualidades que se quieren ver en el tráiler que está por producirse.
Normalmente el trabajo del director para determinar cuáles son las mejores escenas suele durar entre 10 y 30 días, y esta tecnología lo reduce a unas pocas horas de análisis. Sin embargo, aunque hace la selección de escenas, el director aún tiene la labor de determinar el orden y reducir el montaje al tiempo estimado de un tráiler puesto que la IA selecciona escenas enteras en orden aleatorio.
Un ejemplo de que esto no es solo una teoría es el tráiler de la película Morgan, fue el primer proceso que llevó a cabo Watson, la tan conocida IA de IBM. Para la selección de escenas tardó unas 24 horas y a partir de ellas se realizó el montaje de dicho tráiler.[vc_video link=»https://www.youtube.com/watch?v=gJEzuYynaiw» class=»vc_custom_1559551845393{margin-top: 12px !important;margin-bottom: 12px !important;}»]Aun así, en el cine se puede ir más allá con la ayuda de la Inteligencia Artificial, tanto es así, que entre humanos y una IA se escribió un guión para una película que recibió el nombre de Impossible Things. Esta tecnología se encargó de determinar la estructura que debía seguir la obra, la premisa y los giros de trama, además de indicar las escenas que eran imprescindibles para atrapar a la audiencia.
Tampoco hay que olvidar los avances en robótica con la Inteligencia Artificial y que se aplican a muchas de las tecnologías que se utilizan en las grabaciones. Como el brazo “Kira” que ayuda a conseguir mejores movimientos de cámaras y crear planos mucho más suaves.
