Por el momento, se podría decir que el ámbito de la robótica se encuentra en su fase inicial y, a pesar de que poco a poco esta rama de la Inteligencia Artificial va ganando peso, aún queda un largo camino por recorrer en lo que a sus posibles aplicaciones se refiere. En otras palabras, frecuentemente nos llegan informaciones sobre avances y novedades relacionadas con este campo, pero aún no podemos decir que estas innovaciones estén realmente presentes en nuestra vida cotidiana.
Sin embargo, aunque pueda parecer curioso, la robótica ya ha encontrado cabida en un ámbito tan dispar como es el del entretenimiento. Cada año se celebra la RoboMaster Robotics Competition, la competición líder en robótica a nivel mundial, en la que ingenieros de todo el mundo diseñan, desarrollan y programan sus propios robots para enfrentarlos entre sí y ver quien es capaz de crear el autómata más potente y ambicioso.
El problema radica en que la tecnología que se esconde detrás de estos dispositivos es muy compleja, y los conocimientos que hacen falta para diseñar y programar robots no abundan en el mundo. Es por eso que la compañía DJI, empresa organizadora del multitudinario evento, ha decidido desarrollar un robot conocido como RoboMaster S1, el cual tiene una finalidad prácticamente didáctica, dado que este ha sido creado para que sus usuarios aprendan a programar estos dispositivos con mayor facilidad.
Es por eso que la compañía DJI, empresa organizadora del multitudinario evento, ha decidido desarrollar un robot conocido como RoboMaster S1, el cual tiene una finalidad prácticamente didáctica, dado que este ha sido creado para que sus usuarios aprendan a programar estos dispositivos con mayor facilidad.
Dado que la principal función del nuevo RoboMaster S1 es el aprendizaje, este dispositivo incorpora 46 componentes programables a través de los lenguajes Python y Scratch 3.0, además de 31 sensores y 6 módulos de Inteligencia Artificial que ofrecen diversas posibilidades. Sumado a esto, el potente robot cuenta con tracción omnidireccional en las cuatro ruedas, un chásis con cámara integrada y un complejo sistema de parachoques inteligentes que ofrece un elevado grado de protección y robustez.
Una de las características más curiosas, aunque para algunos algo extravagante e innecesaria, es que el RoboMaster S1 incorpora también un lanzador de infrarrojos y de bolas de gel no tóxicas (aunque incluye también un par de gafas protectoras para evitar problemas entre los más pequeños). El objetivo de estas prestaciones es que el aprendizaje tenga un enfoque más orientado a la competición, de manera que el usuario pueda familiarizarse con este tipo de situaciones de “combate”.
Respecto a su comercialización, este modelo ya está disponible en la página web de la compañía, a un precio de aproximadamente 550 euros. Además, en unas pocas semanas también estará disponible un kit de expansión que incluirá un sistema de control remoto especializado, bolas de gel adicionales, una batería extra y un contenedor de munición, y su precio será de 170€.
El nuevo RoboMaster S1 no es más que otro ejemplo de cómo la robótica se va haciendo más accesible para todos, tanto en lo referente a precios (no es barato, pero es bastante más asequible que los robots que se comercializaban hace unos pocos años), como a nivel conocimiento. Sólo nos queda imaginar y especular qué nos deparará el campo de la robótica en los próximos años, aunque los pronósticos apuntan a que esta tecnología estará cada vez más presente en nuestra vida.
