Debido a la situación de crisis sanitaria mundial, los gobiernos de todos los países están tomando distintas medidas con el objetivo de garantizar la seguridad de los ciudadanos. No obstante, el nivel de desarrollo de cada país determina el nivel de recursos de los que se dispone a la hora de tomar estas medidas de protección.
Paulatinamente, van comenzando los procesos de desescalada en diversos países, y estas medidas de protección son cada vez más relajadas. No obstante, en algunos lugares se está haciendo uso de la tecnología para garantizar que este proceso de lleve a cabo de forma segura, y de esta manera evitar que la población no se relaje demasiado en lo que a su estilo de vida se refiere.
Es el caso de Singapur, donde ha tomado la decisión de apostar por la inteligencia artificial, para así garantizar el cumplimiento de las normas. Hace escasas semanas se conocía que el gobierno había efectuado la compra de un gran lote de perros robot a modo de “patrulleros”, para asegurar un riguroso control de la ciudadanía sin exponer a los integrantes de las fuerzas de seguridad a un posible contagio.
La empresa encargada de proveer de estos sofisticados dispositivos al gobierno de Singapur no ha sido otra que Boston Dynamics, y el modelo escogido ha sido el Spot (del cual ya hemos hablado en alguna otra ocasión). Estos robots cuentan con un sistema de cámaras, de manera que pueden controlar aspectos como el aforo de los lugares públicos, la distancia de seguridad entre los ciudadanos, etc.
Sin embargo, una de las mayores preocupaciones de la población era la de tener garantías en lo que respecta a su privacidad, y por ello el gobierno ha puesto todos los medios para que este importante aspecto no se vea comprometido. La principal medida que se ha tomado en cuanto a este aspecto ha sido la de garantizar que estos pequeños perros patrulleros no tendrán la capacidad de rastrear a individuos específicos, ni tampoco recogerán datos personales de ningún ciudadano en particular.
Además de muchas otras funcionalidades, estos robots están programados para reproducir mensajes a modo de aviso, recordando a todas las personas que estén paseando durante las horas permitidas la distancia que deben mantener entre sí. Más que como un mero recordatorio, esto sirve para alertar a las personas de que de alguna manera «están siendo vigiladas», y aunque estos robots no rastrean identidades, si tienen una presencia suficientemente notoria como para hacer que la gente se replantee su conducta.
En definitiva, la inteligencia artificial es un mecanismo muy potente para controlar a la población en situaciones de este tipo. Especialmente, resulta muy útil en tiempos de pandemia, ya que permite garantizar cierto nivel de vigilancia sin poner en riesgo la seguridad de los agentes de las fuerzas de seguridad.