El tipo de población que más crece en la mayoría de países del mundo es la población de la tercera edad. La distribución de la pirámide de población actual nos hace darnos cuenta del gran progreso que hemos logrado como sociedad a la hora de prolongar la esperanza de vida de las personas.
Sin embargo, hay otro aspecto que no siempre va ligado a la esperanza de vida, y es la calidad de vida. Dados los problemas de salud habituales en las personas de tercera edad (en muchos casos relacionados con la movilidad), una buena alternativa para garantizar una vida más plena es apoyarse en la tecnología.
Los grandes avances de los últimos años en materia de robótica, están impulsando algunas iniciativas de empresas y gobiernos, los cuales están tratando de acercar la tecnología a este colectivo para mejorar su calidad de vida. Es el caso del programa europeo Horizonte 2020, que cuenta con proyectos de cooperación como GrowMe Up, diseñado para resolver los problemas de salud de la tercera edad y asumir el desafío que supone el envejecimiento de la población.
Entre algunas otras funciones, estos robots están preparados para mantener una conversación con las personas a las que cuidan, crear recordatorios, o asistirles en diversas tareas físicas que les pueden resultar complicadas dependiendo de su estado de salud. La idea es que en los próximos años, los científicos e ingenieros desarrollen robots a precios asequibles, de manera que estos resulten una opción viable para ancianos de todos los países de Europa.
Estos robots asistenciales están diseñados para actuar y moverse con autonomía en ambientes domésticos, y pueden detectar, reconocer y monitorizar distintos elementos, siendo los aliados perfecto para las personas mayores. La idea principal es que los robots sirvan de lazo de unión entre las personas mayores y sus familiares, amigos y cuidadores.
En definitiva, parece que escucharemos bastantes novedades sobre este tema en los años más próximos. Al fin y al cabo, la tecnología puede jugar un papel fundamental a la hora de solventar los problemas que generan los cambios demográficos, y garantizar una mejor calidad de vida para las personas de tercera edad.