Cada día las pantallas inteligentes tienen más características que ayudan a mejorar la imagen para que los usuarios puedan disfrutar más de las series o películas que observan. Hace unos años era impensable pensar en tener definición 4K en casa, o ver películas en 3 dimensiones como en el cine, incluso entrar en internet desde el televisor, pero ahora se puede hacer todo eso y más. La tecnología Nano Cell está revolucionando el mercado de las televisiones y ya está apareciendo en algunos modelos de Smart TVs.
Esta tecnología no es la que se encarga de mejorar la definición pero sí que es de gran ayuda para mejorar la calidad a la hora de ver las imágenes. El objetivo principal de esta técnica es representar un espacio de color superior al de los televisores convencionales, sin perder calidad en los diferentes ángulos de visión.
Para entender esto hay que hablar primero de la importancia del color. El ojo humano interpreta los colores puros como más atractivos y realistas, cuanto mejor veamos los colores primarios, como el rojo, azul y verde, mejor será la calidad de la escena.
Los fabricantes cada día buscan nuevos mecanismos y tecnologías para mejorar lo que llaman Wide Color Gamut, que es la forma en la que el televisor utiliza la paleta de colores más amplia a la que pueda acceder y que está creada a partir de los tres colores primarios.
Nano Cell funciona a través de unos paneles IPS en los que se introduce una capa con un material absorbente capaz de bloquear las longitudes de onda de la luz entre los filtros de color rojo y verde.
La base de esta técnica es el uso de los nanocristales que llegaron al mercado en 2015 y que han ido mejorando a lo largo del tiempo. Esta práctica se utiliza también en la tecnología QLED que puede llegar a confundirse con OLED pero no tienen nada que ver. Los nanocristales son unas partículas diminutas compuestas por materiales semiconductores que actúan de una forma similar que las celdas de un panel OLED pero en este caso necesitan más iluminación para activarse.
Además de conseguir unos colores más brillantes, estos puntos ayudan a consumir menos energía. La particularidad de estas partículas es que, aunque siguen necesitando que se les aporte luz desde la parte trasera, la activación de los pixeles se lleva a cabo de manera independiente, por lo que se consigue el encendido y apagado individual, que es el valor del contraste indefinido.