Durante las últimas semanas, hemos sido testigos de dos de las fechas más importantes en todo lo referente a ventas online. Concretamente, Black Friday y Cyber Monday, dos celebraciones de origen estadounidense que traen consigo un innumerable número de ofertas y descuentos en prácticamente todas las tiendas online.
No obstante, a pesar de que estas fechas suponen una buena oportunidad tanto para empresas como para consumidores, también suelen ser la ocasión perfecta para un tercer actor; el ciberdelincuente. Al fin y al cabo, se trata del momento perfecto para que este tipo de criminales de la red, y las vías para cometer estos delitos cada vez son más variadas.
A pesar de que en estas fechas se concentran la mayoría de estafas en el ámbito E-Commerce, estos delitos siguen sucediendo durante todo el año, y el usuario debe de ser extremadamente cauto y conocer las distintas amenazas a las que se enfrentan.
Las principales amenazas
Algunas de las principales amenazas que ponen en riesgo al consumidor en las tiendas online son:
- Infección por malware: Una de las circunstancias que pueden favorecer este ciberataque es que el usuario navegue por la página web con un software desactualizado. Los creadores de aplicaciones a menudo detectan brechas de seguridad que van corrigiendo en cada actualización, y es por eso que el usuario debe estar pendiente y descargar la versión más reciente.
- Defacement: Se trata de una técnica en la que el ciberdelincuente edita la apariencia de una página web e introduce algunas modificaciones. El objetivo del ciberdelincuente puede variar, desde perjudicar la imagen del negocio, hasta introducir un phishing o incluir un malware para infectar el sistema de usuario.
- Ataque de denegación de servicio: En este caso, el ciberdelincuente se dedica a degradar la calidad del servicio e incluso a bloquear el sitio web, haciendo imposible cualquier tipo de transacción comercial en la página.
- Bloqueo de acceso: En este caso, no se permite al usuario acceder al panel de control de la página web, o al servidor en el que se encuentra alejada la tienda online.
Pero, ¿Qué medidas puede tomar el usuario para protegerse?
- Verificar la tienda online donde se va a efectuar la compra. Entre otras cosas, es importante comprobar el certificado digital, el texto legal, y no ser demasiado inocente ante ofertas que son demasiado buenas como para ser reales.
- Leer reseñas de otros clientes.
- Buscar sellos de confianza.
- Proteger los equipos con antivirus y antimalware.
- Realiza un pequeño seguimiento del producto y su campaña lo días previos a la compra.
Pero, ¿Qué hay de la empresa?
El negocio, por su parte, también puede tomar una serie de medidas para reforzar la seguridad de su tienda online. Algunos ejemplos son:
- Mantener actualizados los sistemas.
- Incluir sistemas de doble verificación.
- Obligar al usuario a emplear contraseñas robustas y algo complejas.
- Establecer auditorías de seguridad periódicas.
- Verificar la huella digital del negocio.
Ahora ya conoces algunos de los principales peligros que amenazan las tiendas online. Si quieres saber más sobre cómo puedes proteger tu página web, ponte en contacto con alguno de nuestros especialistas.