La digitalización del puesto de trabajo ha modificado diversos aspectos en el ámbito empresarial, como por ejemplo el espacio de trabajo, la manera en la que empleamos las distintas tecnologías de colaboración, e incluso la forma en la que nos relacionamos durante el transcurso de la jornada laboral. Además de todos estos cambios, esta digitalización del puesto de trabajo se ha convertido en un elemento diferenciador para algunas empresas a la hora de atraer el talento, puesto que les permite ofrecer a sus candidatos unas condiciones más atractivas.
En el caso concreto del espacio del trabajo, estos cambios son cada vez más visibles. Durante los últimos años, multitud de puestos de trabajo se han ido digitalizando, y en muchos casos estos ya no están ligados a un espacio físico o a una ubicación concreta, sino que los empleados pueden desempeñar sus funciones desde cualquier lugar y dispositivo (y en el momento que precisen).
Los distintos softwares y programas de colaboración empresarial favorecen considerablemente este tipo de prácticas, dado que permiten llevar a cabo tareas como compartir documentos en tiempo real o garantizar la comunicación entre profesionales ubicados en zonas geográficas distintas. Las ventajas de utilizar este tipo de herramientas no se limitan a los empleados (quienes están empezando a solicitar e incluso demandar aspectos como la flexibilidad de horarios), sino que multitud de estudios han demostrado que estas políticas se traducen en un aumento de la productividad y en una reducción de costes para las empresas.
Por ejemplo, cuando un empleado padece algún tipo de enfermedad o malestar, algunas empresas ofrecen la posibilidad de teletrabajar. Esta opción es favorable para ambas partes, dado que el trabajador tiene la posibilidad de no exponerse demasiado y de seguir su tratamiento desde el hogar, y la empresa evita que se produzca un contagio entre la plantilla de trabajadores.
Durante los últimos años, multitud de puestos de trabajo se han ido digitalizando, y en muchos casos estos ya no están ligados a un espacio físico o a una ubicación concreta, sino que los empleados pueden desempeñar sus funciones desde cualquier lugar y dispositivo (y en el momento que precisen).
Sin embargo, este proceso conocido como digitalización no solo conlleva algunas modificaciones sustanciales en los puestos de trabajo ya existentes, sino que también implica la aparición de puestos nuevos. Algunos expertos han vaticinado que la mayoría de los perfiles que demandarán las empresas en el futuro aún no se conocen, dado que aún no sabemos con total certeza la dirección hacia la que se dirige el desarrollo tecnológico.
Por ello, es importante que la sociedad se esfuerce por construir una base sólida de conocimientos en este campo desde una edad relativamente temprana. Esto significa que para facilitar e incentivar la adaptación de las generaciones venideras al desarrollo tecnológico, sería necesario incluso llevar a cabo una reforma educativa, y dar más prioridad a los conocimientos que hacen referencia a este ámbito.
Es imposible saber con seguridad qué nos depara el futuro, pero si podemos observar que actualmente existen una serie de campos o tendencias tecnológicas que se encuentran en auge. Entre ellas, podemos encontrar algunas como AI (Inteligencia Artificial), Big Data, Cloud, Blockchain, o ChatBots, además de algunas otras que ya se están estudiando pero de las que aún no tenemos constancia.