Emmanuel Macron ya anunció hace unos pocos meses su nuevo plan para potenciar las Fuerzas Armadas Espaciales de Francia. Sin embargo, esta medida no era del todo oficial hasta la semana pasada, cuando Florence Parly (Ministra de Defensa), explicó detalladamente su plan para reforzar las Fuerzas Armadas Espaciales del país, medida que implicará una inversión total de aproximadamente 4.100 millones de euros.
Este repentino interés por parte de Francia de sumarse al resto de potencias a la carrera de las Fuerzas Armadas en el espacio, comenzó cuando el presidente norteamericano Donald Trump ordenó al Departamento de Defensa de Estados Unidos la creación de una nueva rama militar, la Fuerza Armada Espacial. Trump comentó que debido al elevado desarrollo tecnológico, no era suficiente con las cinco ramas militares que tiene a su disposición actualmente, e hizo hincapié en que el motivo detrás de esta decisión era una cuestión de defensa nacional.
La operativa de este plan es algo compleja, y requiere de una planificación y una logística excelentes si se desea cumplir con los plazos establecidos. En una primera instancia, el gobierno francés situará satélites Syracuse equipados con sistemas de vigilancia para detectar amenazas tanto en la órbita baja de la Tierra, como en la geoestacionaria. El objetivo de esta maniobra no es otro que fijar una red de vigilancia contra armas de tipo antisatélite, estableciendo un cordón de seguridad para evitar ataques de cualquier naturaleza.
Este repentino interés por parte de Francia de sumarse al resto de potencias a la carrera de las Fuerzas Armadas en el espacio, comenzó cuando el presidente norteamericano Donald Trump ordenó al Departamento de Defensa de Estados Unidos la creación de una nueva rama militar, la Fuerza Armada Espacial.
Sin embargo, esto no es nada comparado con el sistema de satélites que se están desarrollando para encabezar la ofensiva. Estos complejos dispositivos estarán equipados con ametralladoras y láseres, y tendrán potencia suficiente para atacar y destruir los satélites o naves del enemigo, por lo que serán perfectos para eliminar cualquier tipo de amenaza previamente identificada por las cámaras de los satélites Syracuse.
Respecto a los plazos de esta compleja operación, a muchos les han parecido cuanto menos optimistas, dado que Macron ha fijado como fecha límite el año 2030. Como respuesta al escepticismo tanto de los medios como de la opinión pública, el gobierno francés ha decidido ampliar los fondos destinados a este plan, sumando otros 700 millones de euros a los 3.400 millones que ya se habían puesto sobre la mesa.
Hasta hace muy poco tiempo, este tipo operaciones militares relacionadas con la creación de ejércitos espaciales permanecían en la sombra. Sin embargo, desde que Donald Trump anunció su próximo movimiento, muchos otros países se han sumado a lo que parece la nueva carrera armamentística, la Fuerza Armada Espacial.
Actualmente, las consecuencias de un conflicto bélico mundial serían catastróficas, hasta el punto en el que podría ser el final de la existencia humana. El desarrollo tecnológico ha modificado todas las industrias, y la armamentística es sólo otro ejemplo más. Hace varias décadas aparecieron por primera vez las armas nucleares, posteriormente llegaron los drones (equipados con armas y cámaras de vigilancia), y a la vista está que el siguiente paso en esta carrera son las Fuerzas Armadas Espaciales.