Durante el pasado mes de Abril, el Ejército norteamericano abrió una nueva convocatoria para renovar su flota de helicópteros de reconocimiento y ataque. Este nuevo programa, conocido como FARA (Future Attack Reconnaissance Aircraft), tiene como objetivo reforzar las fuerzas aéreas del país y suplir el vacío que dejaron los helicópteros de exploración Bell OH-58D Kiowa Warrior, los cuales fueron descartados por el ejército americano en 2017.
A raíz de la apertura de esta nueva convocatoria, empresas de peso en el sector como VX Aircraft, Boeing, Karem Aircraft, Airbus, Sikorsky o Bell han hecho sus propuestas, siendo conscientes de la elevada suma de dinero que podría suponer convertirse en opción escogida por el ejército norteamericano. Tras un largo proceso de deliberación, el ejército se ha decantado por la propuesta de Bell, y es que el fabricante de helicópteros con sede en Fort Worth (Texas) ha traído de su mano una propuesta bastante interesante.
A pesar de que algunas compañías de renombre como Sikorsky o Airbus habían optado por diseños más atrevidos (e incluso extravagantes), el nuevo 360 Invictus se caracteriza por un diseño bastante clásico en el que predomina el estilo tiburón. Sin embargo, este no ha sido el principal motivo por el que el ejército de E.E.U.U. ha aceptado la propuesta de Bell, sino que la decisión ha venido incentivada por las capacidades autónomas de vuelo que integra este nuevo modelo, las cuales le permiten funcionar sin la necesidad de que haya ningún piloto a bordo.
Los nuevos Bell 360 Invictus serán utilizados para misiones de inteligencia y reconocimiento, e integrarán sensores, cámaras, y un radar, pudiendo ser controlados a distancia o de forma autónoma introduciendo un trayecto o ruta específica. Esta tecnología supone un gran avance, dado que permite enviar unidades de reconocimiento sin poner en peligro la vida de ningún soldado, y transportar cargas que serían impensables para otros dispositivos como los drones.
Los nuevos Bell 360 Invictus serán utilizados para misiones de inteligencia y reconocimiento, e integrarán sensores, cámaras, y un radar, pudiendo ser controlados a distancia o de forma autónoma introduciendo un trayecto o ruta específica.
Concretamente, este nuevo modelo es capaz de transportar cargas de hasta 640kg, y tiene la capacidad de operar a su máximo nivel de rendimiento incluso ante las condiciones más extremas de temperatura. Respecto a sus otras prestaciones, el nuevo Bell 360 Invictus alcanza una velocidad superior a los 200 nudos (el equivalente a 370km/h), e incorpora unas alas de elevación que permiten al helicóptero hacer maniobras a velocidades muy elevadas.
Dado que la finalidad de estos helicópteros es estrictamente militar, el equipamiento armamentístico es una parte fundamental dentro de sus funcionalidades. En este caso, la elección ha sido un cañón de 20mm, un lanzamisiles de municiones, y un número notable de armas de las que aún se desconocen todos los detalles, pero de las que se sabe que serán tanto actuales como futuristas.
En Estados Unidos, la industria armamentística es una de las más grandes y notorias de todo el país, y el gobierno destina inversiones millonarias cada año con el objetivo de reforzar su poderoso ejército. En la actualidad, teniendo en cuenta el elevadísimo nivel de desarrollo tecnológico, cualquier país corre el riesgo de quedarse atrás, y otros países emergentes con amplios conocimientos de tecnología como China tienen una oportunidad de cambiar las tornas.