Sabemos que se registra cada movimiento que hacemos cada día. Si viajamos a otra ciudad, otro país, incluso otro continente, nuestros Smartphones toman nota y los datos quedan guardados para poder ser usados en otras aplicaciones. Pero, ¿para qué los utilizan?
La tecnología Big Data puede registrar cada rastro que se pueda dejar sobre algo, siempre y cuando pueda ser considerado un dato. Al hacer “click” en una página, comprar artículos online, colgar una imagen en redes sociales, etc., es sólo una pequeñísima parte de todos los datos que quedan registrados, pero no son los únicos. Al mismo tiempo que realizamos estas interacciones dejamos un rastro físico/virtual, como por ejemplo la localización vía GPS. Y, aunque no nos guste que nos tengan “vigilados”, resultan ser datos muy útiles y fiables para realizar predicciones.
Una de las aplicaciones para la recogida de estos datos es para la prevención de pandemias. Por poner un ejemplo, uno de los proyectos pioneros relacionado con el Big Data y la prevención de pandemias lo llevó a cabo Google. Entre los años 2009 y 2010 una pandemia de gripe porcina provocó la muerte de unas 20.000 personas (datos aportados por la Organización Mundial de la Salud)y la compañía Mountain View aportó los datos de las búsquedas de los usuarios para crear patrones y predecir los brotes que iban surgiendo. Aunque no funcionó del todo bien porque el miedo se apoderó de los ciudadanos y los datos no eran fiables, sembró la semilla del Big Data para usos en la prevención de pandemias.
A pesar de los avances, el Big Data se sigue utilizando como complemento a los métodos científicos clásicos y no de forma independiente. Ponemos otro ejemplo, es este caso de buen funcionamiento. Podemos hablar del que se lleva a cabo a través de la plataforma InfluenzaNet, en ella participan unos 30.000 colaboradores de diferentes países, uno de ellos España. Este sistema se diferencia por la utilización de datos recogidos directamente de la población, saliéndose así del sistema tradicional, esto le permite que sea más flexible y rápida y que los datos se puedan compartir de forma global.
Otros usos del Big Data
Pero no sólo el sector de la salud se beneficia del uso del Big Data en la recogida de los datos generados por las personas, hay una cantidad de datos masivos que antes pasaban desapercibidos o escondidos y que ahora son útiles con la tecnología del Big Data para crear patrones de predicción que se pueden aplicar a multitud de sectores. Otro ejemplo de su uso puede ser la predicción de las condiciones climáticas. Al igual que en el resto de campos, los datos vienen dados en forma de variables y cada una de ellas es clasificada en una rama diferente. Las corrientes formadas alrededor del planeta se pueden prever creando patrones de comportamientos, producidos por los datos recogidos por la gran cantidad de satélites que rodean la Tierra y por la interacción de las personas.
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