Durante el verano, el consumo energético se dispara debido a los aires acondicionados y al resto de sistemas de refrigeración y ventilación. Este fenómeno también tiene lugar durante los meses más fríos del año, dado que estos sistemas de calefacción y refrigeración no sólo implican un alto coste económico, sino que también conllevan un elevado coste ecológico y suponen una amenaza para el abastecimiento eléctrico de cara al futuro.
Por esta razón, el Parlamento y el Consejo europeos decidieron tomar cartas en el asunto, emitiendo en 2012 una directiva que tenía como objetivo reducir considerablemente las emisiones de gases de efecto invernadero, además de otras sustancias contaminantes que provienen de edificios, vehículos y fábricas. Una de las muchas medidas que englobaba esta normativa se fundamentaba en sustituir los edificios convencionales por los denominados nZEB (Nearly Zero Energy Buildings), unas construcciones mucho más eficientes y que podrían funcionar a partir de energías renovables en un futuro no muy lejano.
La idea principal se basa en construir edificaciones que se adapten al entorno y no requieran de un consumo energético tan elevado para arrancar y permanecer en funcionamiento. Sin embargo, esta normativa no engloba todos los tipos de consumo energético que son habituales este tipo de construcciones, sino que por el momento los focos de atención serán la climatización y el agua corriente sanitaria de las viviendas, además de la iluminación en otro tipo de edificios que no sean viviendas.
Para poder construir este tipo de edificaciones, es necesario trabajar en base a criterios de diseño arquitectónico inteligentes, evitando algunos de los errores más comunes en las edificaciones de construcción convencional. Para ello, es muy importante conocer algunos elementos tanto del edificio como del entorno, como el contexto climático, la orientación, o la distancia respecto al mar (entre muchos otros).
Respecto a la nueva normativa, esta entrará en vigencia a partir del año 2021, y afectará a todos los ciudadanos españoles que tengan un edificio en su propiedad (ya sea una vivienda o un negocio). Sin embargo, esta normativa únicamente hace referencia a los edificios de nueva planta, por lo que aquellas personas que ya poseían una propiedad antes del año 2021 no tendrán la obligación de adaptar sus hogares las nuevas regulaciones.
La sostenibilidad debería de ser una prioridad para todos, especialmente en los tiempos que vivimos actualmente. Si se sigue disparando el consumo energético, llegará un punto en el que no habrá recursos suficientes para abastecer a toda la población, y las consecuencias de este suceso serían terribles para toda la sociedad.